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Confesion de la infidelidad de mi mujer  

AngelGabryel 53M
5 posts
10/23/2017 7:37 pm
Confesion de la infidelidad de mi mujer


LA OCASIÓN QUE CASI LE FUI INFIEL A MI ESPOSO..., ¿O SÍ LO FUI?

El deseo sexual en nosotras las mujeres, a veces nos juega una mala pasada y nos puede empujar a la infidelidad o casi a punto de serlo, como sucedió conmigo.

Voy a compartir con los miembros del grupo, la ocasión en la que estuve muy cerca, demasiado cerca de serle infiel a mi esposo; O Quizás Si Lo Fui…, juzguen Uds. por favor y me dicen su opinión en sus comentarios.

LOS PRELIMINARES DEL HECHO:
Desde que di a luz por cesárea a mi único hijo que ya tiene cinco años, mis deseos sexuales han aumentado bastante, muchísimo y mucho más intensos en mis días fértiles, quiero coger a cada rato durante esos 4, 5 y a veces hasta 6 días que dura, me vuelvo muy frágil, vulnerable y deseosa de ser cogida, hasta una mirada mañosa me excita, durante esos días hago venir varias veces al día a mí esposo para que me coja si no, solo pienso en sexo.

Con mi esposo fuimos al ginecólogo que me operó y sin revisarme nada dijo que quizás al operarme se alteró mi organismo con mayor producción de estrógenos, hormona que incrementa el deseo sexual de la mujer que se produce en los ovarios y las glándulas suprarrenales, para que el óvulo fértil sea fecundado. Dijo que con el tiempo se normalizará y que más bien disfruten de esta contingencia; pero si insistimos en la disminución de mis deseos sexuales, se puede contrarrestar con la testosterona, hormona masculina que puede provocarme una disfunción sexual por la pérdida total del deseo sexual y la pérdida de mi lubricación vaginal y el fin de mi vida sexual. Decidimos que me quedaba así, muy cachonda.

Si antes que me operen mi vida sexual era muy activa por mi condición multiorgásmica, que al sentir varios orgasmos durante el sexo, disfruto de placer en cada ocasión que los experimento durante el sexo, según mi esposo, eso condiciona que quiera tener sexo más seguido que las mujeres que experimentan un solo orgasmo cuando tienen sexo.

La culpa también es de los dos, lo hacemos bien seguido, no niego que lo hace bien, sabe durar bastante, 20 y hasta 30 minutos desde que me penetra hasta que termina, sin contar los previos, juegos y el sexo oral mutuo, con mi esposo descubrí mi condición multiorgásmica, hacemos previos, roles como ser cada quien otra persona, lo hacemos parados, sentados, en la sala, en el suelo, bailando desnudos, por mi vagina, terminamos haciendo sexo anal en las posiciones que nos gustan y favorecen una penetración profunda y total de su pene en mi vagina y en mi colita, hacemos sexo suave al inicio y duro al terminar, lo hemos hecho en la calle en una construcción, en hoteles de parejas, en el cine, en el baño de una disco normal o de ambiente, en el baño en una fiesta social o familiar, en un parque solitario, en una construcción abandonada, en el espacio oculto del portal exterior de un edificio, en un ascensor, en las escaleras de un edificio de departamentos, en la última fila de un cine, durante la última función con escenas de sexo y la sala vacía, en un viaje de noche a provincia en un bus inter provincial de Ormeño casi vacío, en el carro, en fin lo hacemos como queramos, fantaseamos haciendo roles, yo hago el rol de una prostituta, de enfermera, instructora, etc., él haciendo el rol de policía, ladrón, masajista, etc., hasta que una noche nos confesamos los dos la persona quien nos atraía sexualmente, él confesó que sexualmente le gustaba una amiga de los dos, y yo le dije que José, un joven que mi esposo conoce, un chico que yo superviso en la obra que yo trabajaba y lo he pillado cuando me mira el trasero, mis piernas y senos y me dice las cosas que le gustan de mí. Con mi esposo hacemos el rol de ser yo la amiga que le gusta y mi esposo hace el papel de José el chico de la obra que me gusta.

En nuestra habitación a oscuras total, con el aire acondicionado prendido, llamándonos por el nombre de ellos, diciéndonos cosas eróticas y cochinaditas ricas, como si realmente cada uno de nosotros es la otra persona, excitándonos, fluyendo el morbo y el<b> libido </font></b>se nos sube a las nubes. Los dos lo disfrutamos al máximo.

LOS HECHOS:
El chico es un instalador de drywall joven y guapo, brazos fuertes, musculoso por su trabajo físico y manual; es blanco, lampiño y siempre andaba con el torso desnudo, es atlético, yo supervisaba su trabajo, venia invitándome a salir a comer un cebichito a llevarme en su camioneta al término del trabajo, nunca le acepté nada. me decía que era guapa, que la mini jean boleada y al tubo, cortitas y a la cadera, los shorcitos que suelo y me gusta usar dejaban ver mis bonitas piernas y que tengo un hermoso pompis que lo muevo delicioso al caminar; aunque me gustaba y excitaba al escucharlo y al sentir su mirada, yo me hacía la molesta y le increpaba que me estaba faltando el respeto y muy fresco me replicaba que decirme la verdad no era faltarme el respeto, yo le aclaraba que siendo verdad o no, él no tenía ningún derecho para decirme esas cosas, que además de ser su supervisora, era casada y si insistía en molestarme con sus cosas, lo reportaría con el Ingeniero Jefe de l obra por acosarme sexualmente y también le diría a mi esposo que venía a recogerme de la obra cuando podía hacerlo; noté que le tenía respeto porque delante de él no me tuteaba, me llamaba Sra. Martha; pero ya estaba fantaseaba con él, haciendo mi esposo el rol de José.

Como teníamos que ir juntos al depósito de la obra o a la ferretería cercana por algo que nunca dejaba de faltar, tenía que ir con él para detallar y firmar su pedido con mi visto bueno, me ofrecía llevarme en su camioneta, pero yo no aceptaba, prefería caminar pero no a su lado y el chico caminaba detrás de mí, sentía su mirada y decía que mi tatuaje tribal en la parte baja de mi espalda, cerca de mis caderas era sexy, que mis piernas blancas, llenitas y derechitas le encantaban y que mi pompis le alocaba como lo movía al caminar, no le hacía caso, pero me gustaba mucho que me diga cosas así.

Durante dos meses estuvo invitándome a salir, diciéndome que le gustaba muchísimo, que mis piernas, mi tatuaje, mi espalda o mi trasero, hasta que en una ocasión, en esos días que estaba ovulando y con intensos deseos sexuales el chico seguía diciéndome cosas y como estaba deseosa, cada cosa que me decía me excitaba mucho más, hacia humedecer mi cosita y me latía el clítoris y mi colita, ya antes, sin que se dé cuenta le mire la bragueta y había notado que tenía un paquete grande, está vez lo mire de nuevo y note un paquetazo, tenía una erección, perturbada y deseosa entre a uno de los pequeño módulo de vivienda de la obra para supervisar su trabajo, el me seguía detrás entró al módulo para supervisar su trabajo, y corrija alguna observación que yo le hiciera, cerró la puerta al entrar y seguía diciéndome que era rica y que mi trasero lo alocaba.

Perturbada por sus palabras, muy excitada por lo que me decía y muy frágil y deseosa por estar ovulando, fui a ver su trabajo del pequeño baño para verificar las juntas del draywall con la pared de concreto y no estaba bien sellada con masilla en varios puntos, lo llame para enseñarle lo que tenía que corregir y como el baño era chico y él tenía que entrar para ver mi observación, yo tenía que salir primero de baño para que él entre, pero José entró justo cuando yo salía y los dos nos quedamos atascados en la puerta del baño, yo de espaldas y el de frente, sentí su paquete en mi trasero, me quede quieta, inmóvil, muda, desfalleciendo, me dije para mí misma, es tu oportunidad y la mía, hazme lo que quieras, subió mi pequeña minifalda y apretó mis nalgas con sus manos ásperas, callosas y fuertes, sentí su torso desnudo y sudoroso en la parte desnuda de mi espalda, su respiración y aliento en mi nuca, sentía como latía su corazón casi al ritmo del mío, escuche aflojarse la correa y su pantalón caer en sus pies, y yo me decía , ahora es.

Con mi mano, sin voltear ni mirar, le agarre su pene, lo sentí enorme, grueso y dirigí su cabeza a mi culito pero mi truza la tenía puesta, me la baje al toque y la patie a un lado, sin voltear le volví agarrar su pene puse su cabezota que goteaba en el centro de mi anito, frotándola circularmente, lubricando mi huequito con su líquido y finalmente le hable: ahora tienes a tu disposición mi culito que tanto me decías que te gustaba, mientras con mi mano yo misma empujaba su cabeza en mi huequito logrando meter “alguito” ya que sentí al menos la punta donde gotea dentro de mi huequito.

Estando dispuesta para lo que viniera y era obvio que era sexo anal, me empine, levante mi cola y lo pare hacia él, por el momento erótico que estaba ocurriendo y por lo excitadísima que estaba por mi ovulación y porque el chico me gustaba bastante y había fantaseado varias veces con él, sabía, porque me conozco, que el dolor que ese pene enorme y grueso me haría sentir al penetrar mi huequito rápidamente se convertiría en un orgasmo y el dolor se iría o se mezclaría con el placer del orgasmo, pero un fuerte golpe en la puerta de madera de la calle que estaba cerrada nos asustó y nos hizo vestir en un dos por tres, recién le mire como guardaba su enorme pene blanco, casi rosado en su calzoncillo y cerraba su bragueta ajustándose la correa de su pantalón.

Salimos a ver que era, y encontramos a unos niños jugando a la pelota y la puerta era uno de los arcos de su juego, pero a dos cuadra venía el maestro de obra que tiene llave de los módulos, con sus operarios para limpiar los escombros del modulo que estaba revisando con el chico, si no fuera por el pelotazo, de los niños nos habrían sorprendido en ese trance.

Me fui a mi casa muy turbada, espere a mi esposo y sentada en la cama, le conté todo tal cual lo relato aquí, me escucho todo el rato parado frente a mí, en silencio, sin decirme nada me seco las lágrimas, me ayudó a pararme y mientras lo hacía note que mi esposo estaba erecto, tenía un circulo mojado en su pantalón, mi confesión lo había excitado, me abrazo y me beso en la boca apasionadamente sintiendo su pene erecto muy duro en mi pubis, mientras me besaba, frotaba mi clítoris con las yemas de sus dedos, y excitándome de nuevo, hicimos apasionadamente el amor.

Al terminar me dijo, yo te amo, hemos acordado los dos experimentar sexo con otras personas pero juntos, los dos, viéndonos cada quien disfrutando con otra persona, pero si quieres tu sola experimentar con alguien, simplemente me lo dices, aunque no me guste la idea, no lo objetaría en lo absoluto, porque el sexo swinger también comprende esa faceta; le dije que no, que lo haríamos los dos juntos, le dije que me perdonara, que en mis días fértiles soy más vulnerable, sabes que aumenta mis deseos sexuales, con el chico acosándome todos los días durante meses, y sabes que él me parece guapo y muy atractivo y además hemos fantaseado con él varias veces, todo se juntó le dije.

No tienes por qué pedirme perdón me dijo, los riesgos iniciales de lo que queremos experimentar sexualmente como pareja, me pudo haber pasado a mí con nuestra amiga Ximena que mi me atrae y hemos fantaseado también, pero te pasó a ti porque estabas en esos días que te pones más cachonda, él que te venía acosando, que además te atrae, se ven todos los días y pasan horas y horas juntos, me dijo.

Entonces le diré mañana que se vaya y si no quiere le reportaré mal sus trabajos le dije; no tienes por qué hacer eso me respondió, yo confío en ti y sabrás manejarte con él, si está bien, tienes razón le dije, mañana a primera hora habló con él en privado, en mi oficina y le aclaro que lo ocurrido ayer fue una estupidez de parte de los dos, que no volverá a suceder , que en adelante se abstenga en decirme ninguna cosa que no sea del trabajo y que en adelante me llame Sra. Marta, que de lo contrario tomaré acciones, primero acusándolo de acoso sexual en el trabajo y ante la policía y a la par que le daré las quejas a mi esposo para que le rompa la cara. De acuerdo me dijo mi esposo, si entiende razones, quien sabe que más adelante cuando hayamos tenido nuestra primera experiencia swinger con un intercambio, si tú quieres puede ser un candidato para nuestro segundo encuentro swinger que tu y yo hemos acordado, un trío HmH.

No digas eso le respondí, es cierto que el chico es un torito y me atrae aún, pero se le paso la misa de ocho, te confieso que ayer era su hora, que ayer estaba vencida, derrotada y con ganas de coger con él, de ser penetrada por mi culito por otro pene que no sea el tuyo, de entregarle mi colita que tanto te gusta y que sulo tú has penetrado hasta ahora, me tenía a su disposición, que ayer y solo ayer era el momento y no otro, ni después ni más adelante, solo en ese momento muy erótico que de casualidad o adrede nos quedamos atascados los dos en la puerta del baño. Eso no se repetirá jamás, le dije a mi esposo.

Al otro día, ni bien llegó lo llame a mi oficina y le dije más o menos lo que con mi esposo acordé decirle, le añadí algo parecido a lo que le dije a mi esposo en el párrafo anterior, fui categórica y tajante, el chico entendió, porque ya no me decía absolutamente nada de lo que acostumbraba decirme y me llama Sra. Marta.

Cuando le pedí perdón a mi esposo por mi infidelidad; él me dijo que no le había sido infiel porque el acto no se consumó, y el tema lo dejamos zanjado allí.

Pero yo les pregunto a Uds. amigos, ¿No se consumó porque no hubo penetración, ni eyaculación y tampoco orgasmos?, pero yo sentí otra piel sobre la mía, su pecho en mi espalda, sus manos fuertes apretando mis nalgas que tanto le gustaban al chico, sentí su aliento cálido en mi nuca y detrás de mis orejas, agarré su pene grande y grueso y humedecí con su liquido el contorno de mi huequito. Con mi mano logre introducir la puntita de su cabeza dejando su líquido dentro de mi culito y las ganas que tenía de que me coja por allí, poniéndome de puntitas, parando mi colita hacia él para que me penetre.

¿Le fui o no le fui infiel?, Uds. que dicen amigas, amigos del grupo. Por favor, háganme saber su respuesta SI le fui o NO le fui infiel a mi esposo en sus comentarios.

Espero también que mi historia, lo que me pasó les haya gustado.

Gracias.

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