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El sexo por Internet
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El sexo por Internet “Entré a esa página porque una amiga me lo recomendó, al principio me llegaban muchas invitaciones, la mayoría de hombres muy mayores y otros que querían sexo solamente”, cuenta Valentina. Hasta que al fin conoció al que hoy es su pareja, estuvieron charlando por chat durante seis meses. “Me atreví a que nos viéramos por cámara después de una semana de estar hablando, lo hice porque sentí que era honesto conmigo y las fotos parecían ser de él”. John Suler, Ph.D. en psicología del Centro de Psicología, Ciencia y Tecnología de la Rider University (Nueva Jersey, EE.UU), y especializado en la interacción de los seres humanos a través de la web dice que el desafío principal al que se enfrentan quienes buscan o mantienen una relación a través del ciber espacio es mantener una identidad unificada, es decir que lo que se exhiba a través de la pantalla no difiera de lo que se es en la realidad física. “La cualidad exótica que tienen los ciber romances es que dan mucho espacio a la imaginación. Las personas que no tiene una relación romántica real pueden pensar que le falta algo a esa relación física para que sea perfecta, esa ilusión de perfección la pueden encontrar en la web, solo por el simple hecho de atribuirle imaginativamente esa parte faltante a la persona de la relación virtual”, aduce Suler. El dilema empieza cuando las personas establecen un vínculo emocional fuerte y se busca pasar a una relación física, como le pasó a Silvia*, quien también conoció a un español con quien mantuvo una relación de cinco meses por internet y donde gracias a sus teléfonos inteligentes podían compartir los momentos más cotidianos por medio de fotos y videollamadas. “A pesar de que la presencia de él estaba muy activa todos los días, empecé a sentir como un desgaste, un deseo muy profundo de conocerlo en persona, conocer a sus amigos y a su familia, sin embargo sus negocios en España no le permitían venir. Poco a poco ambos acordaron dejar que la relación se enfriara y ella volvió a la interacción física con su círculo de amigos que, según ella, tenía un poco abandonada. “Aún tenemos contacto pero ahora sí dejando claro que esto de lejos no funciona para mí”. La psicóloga Camila Gómez de la Fundación Instituto Espiral nos explica que en los casos de parejas que mantienen un contacto vía web se tiende a idealizar a la otra persona, “el hecho de que los momentos de contacto en pareja sean acordados previamente y no obedezcan a la cotidianidad y a las circunstancias de la convivencia, crean un contexto de ‘tengo de ti solo lo que necesito’”. Gómez opina que una relación sentimental puede surgir e incluso crecer a través de la web, siempre y cuando se busque acortar las distancias, “no se trata de aprovechar estas relaciones para evitar exponer nuestra verdadera vida”. Como sí lo hace Daniela en un principio, ella es usuaria de AshleyMadison.com, un sitio web de citas para personas casadas que pretendan echarse una cana al aire. “No busco nada serio, no me gusta lidiar con dramas pero sí conocer hombres interesantes. Llegarlos a conocer antes de tomar la decisión de verlos en persona”. Sin demeritar la excitación que le produce las aventuras prohibidas. “Me encanta el hecho de que plasmen en palabras quiénes , eso ya dice mucho de ellos, sin dejarse distraer aún por la parte física”, afirma Daniela con respecto a conocer hombres a través del chat. Lo que queda claro es que las herramientas tecnológicas han dado pie para expresar nuestras emociones de una forma muy variada —incluso se podría hablar de amor multimedia— si funciona o no ya depende de lo comprometidos que estemos en que pase al escenario de carne y hueso. |
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